Forrajeo en perros: todo lo que quise saber y nunca me atreví a preguntar
Decía Raymond Coppinger que lo que hace funcionar a un perro es su forma. En «Como funcionan los perros. Forma, función y conductas emergentes«, Coppinger y Feinstein hablan de un concepto que te solventa muchas horas de estudio: el perro bola y el perro cubo. (Para entender esto mejor, quizá valga la pena leer sobre Dimitri Belyaev y sus experimentos con zorros árticos, pero aquí se me va del tema, así que os dejo un vídeo.) Pero qué tiene que ver con el forrajeo, ¿no? Espera, que eso es un poco más complejo…
El perro bola, el perro cubo
Muchos de los problemas con perros se derivan de este supuesto: tratar a un perro cubo como a un perro bola, y viceversa. Cubo y bola, en cualquier caso, no son más que una metáfora para explicitar hasta qué punto afecta la filogénesis (el historial genético del individuo) y cómo nosotros, a menudo, obviamos esta característica y nos damos de cabezazos con la ontogénesis (el desarrollo desde antes del nacimiento del ser vivo hasta su muerte). (más…)