La caída de la red eléctrica del pasado 28 de abril nos afectó a todos en mayor o menor medida. Si el apagón fue el día más feliz de tu perro en mucho tiempo, probablemente tengas que replantearte algunos cambios en vuestra rutina.
Pasarse la vida esperando
Si alguna vez has hecho el ejercicio de ponerte en el lugar de tu perro en el día a día, te habrás dado cuenta de que muchos canes se pasan la vida esperando. Esperando para salir al parque, esperando para hacer sus necesidades, esperando a que llegues de trabajar, esperando a que le pongas la comida, esperando a que sueltes el móvil…
No me malinterpretes, en muchos momentos trabajar el autocontrol con tu perro pasa por aprender a esperar y gestionar la frustración. De hecho, no tener siempre una recompensa inmediata no es algo malo per se: es algo con lo que todos, de dos o de cuatro patas, tenemos que lidiar en nuestra vida.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta las necesidades de los perros como especie y poner de nuestra parte para enriquecer su ambiente, dar paseos de calidad por la naturaleza y dejar que, simplemente, nuestros perros hagan cosas de perros.
¿Tu perro fue más feliz durante el apagón?
La mayoría de los perros no notarían la diferencia de tener o no acceso a electricidad en el día a día (a no ser que dependa de algún comedero automático o algo así). Sin embargo, en lo que sí notan la diferencia es en el tiempo y atención que les dedicamos.

En mi caso, vivo en una zona cercana a la montaña y normalmente todas las tardes nos cruzamos los mismos vecinos de siempre, con los mismos perros de siempre, por lo que cada vez que veo a alguien desconocido, soy capaz de identificarlo rápidamente. El lunes pasado el monte estaba lleno de personas y perros que no había visto nunca. No sé si serían vecinos o gente de los alrededores, pero me alegré de ver a un montón de perros que normalmente no tienen acceso a este tipo de espacios. (¡Y ojo, que tampoco es que yo quiera que esto se me masifique, pero todo sea por los perros!)
No se trata de sacarlos dos, tres o quince veces al día, se trata de crear una rutina de paseos adaptada a sus necesidades y que, aunque sea una vez a la semana, les permita desenvolverse en entornos naturales (campo, montaña, etc.). Los canes necesitan nuevos olores, estímulos y experiencias para su bienestar emocional.

Otra buena idea para que tu perro sea más feliz pueden ser los juguetes interactivos, añadir ejercicios de sembrado en sus paseos o utilizar una licking mat.
No esperes al próximo apagón
Lejos de romantizar un suceso que para muchas personas tuvo consecuencias negativas, el apagón puede servirte para reflexionar sobre cómo vive el día a día tu compañero de cuatro patas y hacer cambios que mejoren su rutina cotidiana (si es necesario). Tu perro agradecerá enormemente poder disfrutar de más tiempo en la naturaleza o de tener un enriquecimiento ambiental más variado.
Hay cosas que no podemos cambiar, como nuestros horarios de trabajo y otras obligaciones, pero seguro que podrás modificar algunos aspectos para mejorar su calidad de vida. Al fin y al cabo, viven menos años que nosotros y nunca te arrepentirás de haber pasado más tiempo con tu perro.
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