Los negocios caninos hacia un modelo digital
No hace mucho, escribí sobre cómo aquel evento, del que ya no se puede hablar (🦠), lo cambió todo para los negocios caninos. En Coco y Maya, lo titularon: «Tengo mucho más trabajo como educador de perros tras el coronavirus. También he confirmado que mucha gente solo me llama cuando ya es tarde».
Un poco catastrofista, como le gusta a Google Discover.
En el artículo (del que citaré varios fragmentos aquí), trataba temas que cada vez son un problema más gordo para el sector canino. Por un lado, la burbuja de la formación en línea (hay tanta oferta que, a menudo, cuesta saber cuál vale la pena); por el otro, la digitalización.
El salto a las asesorías caninas on-line
Y sí, aunque parezca difícil de entender, los educadores caninos están dando el salto a las asesorías on-line. El famoso mantra de «para adiestrar (o, mejor, educar) hay que tocar pelo», queda atrás. Cada vez se trabaja más a distancia y menos en presencial. Hay personas que ni tan siquiera trabajan en presencial, pero de eso hablaré luego.
La imposibilidad de sesiones presenciales obligó durante la pandemia a realizar trabajos en línea, casi siempre apoyados por grabaciones de vídeo.