Sinopsis. Esta entrada es una versión en texto de las pequeñas cápsulas informativas que creo en formato audiovisual para YouTube e IGTV desde julio de 2021. En este caso, hablo

Sinopsis. Esta entrada es una versión en texto de las pequeñas cápsulas informativas que creo en formato audiovisual para YouTube e IGTV desde julio de 2021. En este caso, hablo de cómo ve tu perro el sofá, la cama, el cubo de basura u otros recursos que hay en el hogar.
¡Hola, manada! Cuando existen conflictos con algún recurso que consideramos nuestro, solemos empezar a poner etiquetas a las cosas. Los perros que roban comida, se suben al sofá o te gruñen son, rápidamente, considerados como dominantes.
¿Sofá? ¿Basura? ¿Dominancia?
Hoy, no quiero hablarte de la dominancia (entre especies) y, ni tan siquiera, discutir sobre si podemos probar que exista o no, sino de por qué no tiene sentido que riñas a un perro que se sube al sofá o roba comida de la basura.
Primero, porque estas dos conductas son naturales: la primera, se llama forrajeo y es innata; la segunda, subir al sofá, tiene relación con un recurso. Si nosotros marcamos límites claros y correctos, el perro entenderá que, cuando nosotros estamos ahí, no puede acceder al recurso (subir al sofá), porque nosotros tenemos prioridad o no deseamos compartir ese recurso.
https://www.youtube.com/watch?v=Ep7CdTgFzgo
¿Cómo ve tu perro el sofá? ¿Un recurso, eh?
¿Y si nos vamos? Entonces, el animal no tiene capacidad de comprender porqué no puede utilizar ese recurso. Lo mismo ocurre con la basura. En el caso del sofá, además, se pueden unir otras, como buscar comodidad, olores que llaman su atención o, simplemente, mantenerse en una posición elevada de vigilancia.
Cuando educamos, hay que mantener límites claros y ser siempre justos y coherentes: no vale un día permitir y otro día no, o bajarle del sofá cien veces, pero permitir que se suba cuando no tenemos ganas de «educar».
En cualquier caso, vale más evitar la situación a castigar o tratar de inhibir una conducta y, sobre todo, vale la pena entender que se trata de crear un vínculo sano, no de luchar toda la vida por ponerse por encima del perro en una jerarquía que se ha demostrado que no existe entre perros y humanos.
A cuidarse y a cuidar de vuestros colegas peludos.
¡Un abrazo!