.Lo que ha ocurrido en Valencia, hiela la sangre. Lo comentaba en Instagram, con menos palabras. En nuestro sector, resulta imperativo un protocolo de rescate de animales, para una correcta evacuación y auxilio: no volver a ver a animales domésticos (y de cualquier calificación que hagamos los humanos) abandonados
Pedro Sánchez, como jefe de gobierno, realizó ayer una aparición pública diciendo que pondrán todos los medios, pero no tengo muy claro que sepan la que se nos viene encima. “España entera llora con vosotros. Nuestra prioridad absoluta es ayudaros”, ha afirmado el presidente, quien ha asegurado que las administraciones públicas están trabajando de forma coordinada. “Pondremos todos los medios necesarios: hoy, mañana y el tiempo que haga falta para que podamos recuperarnos de esta tragedia. No os vamos a dejar solos“, dijo el presidente.
Que no vuelva a ocurrir
Se sigue pidiendo cautela, pero se avisó cuatro días tarde a nivel institucional. La AEMET lo sabía, lo avisó (y todavía hubo negacionistas que se pitorrearon, por cierto). pero la gente fue a trabajar (en muchos casos, con miedo, y obligada). La alerta en la Comunidad Valenciana se emitió hacia el final de la jornada laboral: los críos, quedaron en casa; pero sus padres, en la mayoría de los casos fueron a trabajar.
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Miles de personas quedaron atrapadas en las calles y, por desgracia, tenemos que lamentar pérdidas humanas, animales y materiales.
Aquí, en esta cuenta, yo voy a hablar de lo segundo, pero me provoca una profunda tristeza el episodio en sí. La falta de cobertura (para el huracán Milton, la prensa no dudó en hablar durante semanas), la ausencia de responsabilidad de empresarios (que no permitieron volver a los trabajadores a casa) y representantes de los trabajadores (que no actuaron según sus funciones).
Necesitamos un buen protocolo de rescate para los animales
Un país es valioso en la medida en que lo son sus ciudadanos.
Y lo que voy a mencionar a continuación no se trata de un “primero, las personas” o “ante esto, tú vienes a hablar de animales”, sino de frenar y combatir todas las injusticias, sean las que sean. Otras cuentas y páginas de medios están hablando de responsabilidad social, política, de recuperación económica o de arreglar edificios, que es lo suyo: yo, de animales.
Dicho esto, las protectoras no pueden seguir sosteniéndose sin un plan integral. Menos, ante una crisis así: sin medios, con comunicados que rozan la ilegalidad como “evacuad y dejad ahí a los animales”. Con equipos de voluntarios y trabajadoras que ponen en riesgo su vida y son olvidados por las instituciones públicas.
Las protectoras, desamparadas: no hay protocolo de rescate
No tiene sentido que grandes centros como Modepran o El refugio de María, en Valencia (de los que hablaba en el artículo de ayer), quedaron desamparados; no quiero ni pensar en las colonias felinas “a la buena de dios” ante algo así, ni en los animales que no han podido ser rescatados o han sido abandonados entre el caos.
La gota fría no solo ha supuesto una tragedia para las personas: hay cientos de animales afectados, o desaparecidos, que también han sido víctimas de este episodio y, como mínimo, la pérdida de sus vidas debe generar un diálogo y un cambio social.
Mi compañera Inma Yugueros, de InfoCERgatos (dedicada a asesorar a asociaciones, empresas y ayuntamientos sobre colonias felinas) hablaba no hace mucho de la necesidad de un protocolo de rescate para animales, y hoy me parece más relevante que nunca. También lo hacía, en su medio, Juan Luis Castellvi en su cuenta de Twitter, y tantos otros compañeros.
#Consejos112 sobre evacuación con animales.
Si tienes que abandonar tu vivienda, lleva a tus animales domésticos contigo siempre que sea posible. Para eso, es importante tener una mochila de emergencia preparada para ellos. Salvo que te pille totalmente de improviso, prepárala:— Juan Luis CG (@jldecastellvi) October 30, 2024
Cuando se achique el agua
De igual modo, muchas de las salidas de los perros de los centros de protección se han tenido que hacer de forma irregular. La falta de medios (y de un protocolo) complica la identificación, el control y la gestión, que pese a la buena fe de la mayoría de las personas, puede no hacerse de la forma más correcta posible a causa de la situación.
El cambio climático también es esto. Caos. Muerte. Imprevisibilidad. Y se necesita un plan integral para paliar sus efectos: hablo aquí de un plan para descarbonizar el planeta, para frenar las consecuencias, pero también para que las personas y las administraciones sepan cómo actuar, para salvarse y para salvar. En España, lo vamos a sufrir más. Hace décadas que lo sabemos, pero nos ha cogido la peor DANA del siglo de la peor de las formas.
NO HAY protocolo de rescate y evacuación nacional para los animales en catástrofes, hasta donde yo sé (o he podido encontrar) tampoco se está preparando.
Un episodio así no puede traer nada bueno, pero después, cuando se achique el agua, y nuestros vecinos y amigos se recompongan (la ayuda ciudadana nunca decepciona, tampoco con los animales he visto una y otra vez), que se trabaje para que no vuelva a ocurrir: para ello, necesitamos normativas, reglamentos y mucha formación.
Para que todos, y sobre todo los que nos gobiernan, estemos mejor preparados.
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Foto de portada: El Refugio de María. Si queréis ayudarles, os dejo enlace a su Instagram, donde podéis hacer un donativo.