Las tendencias o corrientes de la educación canina
La educación canina, igual que la psicología o la etología, ha ido evolucionando a lo largo de los años. Hoy, a la mayoría, ni se nos ocurre hacer pasar a un perro «experiencias» (de mie***) que hace 20 o 30 años eran lo más normal: enseñar por evitación del dolor es el ejemplo más típico. (El famoso: si el perro hace «A», le cae una buena hostia y deja de hacerlo, hablando claro.)
Sin embargo, la aparición de nuevas tendencias y corrientes de la educación canina ha traído también muchísimas dudas a las familias. Desde cuándo contactar con un etólogo y cuándo hacerlo con un educador a qué herramientas escoger, o qué deberíamos buscar en un profesional. Palabras como «respetuosa», «amable», «conductista» o «tradicional» pueden liarnos, e incluso a veces no aportar información relevante, por lo que en este artículo voy a sintetizar las principales escuelas actuales.