Cómo conseguir la atención de tu perro durante el paseo. Así puedes hacerlo

Cómo conseguir la atención de tu perro durante el paseo. Así puedes hacerlo

¿Se te hace difícil conseguir la atención de tu perro durante el paseo? Hay razas, y razas. Si tienes en casa un perro de guarda o un ovejero, quizá no sabes ni de lo que te estoy hablando. En cambio, si paseas a un podenco, un bretón o un husky… Bueno, ahí quizá la cosa cambia (y por distintas razones, además).

Es una escena habitual: sales a la calle con tu perro, te vas al parque, le sueltas… le llamas y… nada. Sigue a lo suyo. No te mira. No responde. Sin embargo, en muchos casos, esto también ocurre con la correa de por medio mientras paseas: parece que cualquier estímulo (un árbol, un olor, otro perro) es más interesante que tú.

¿Por qué ocurre esto? Aquí va una realidad importante: no puedes esperar que tu perro esté pendiente de ti todo el paseo, pero tampoco que esté pendiente de ti… si no te vuelves interesante. Por lo tanto, te va a tocar enseñarle a prestarte atención en momentos clave. ¿Cómo? Vamos por partes.

¿Por qué no presta atención?

Antes de hablar de soluciones, hay algo que debemos entender.

La atención no es un estado permanente: es un comportamiento que se construye. Y en el paseo, tu perro no solo está expuesto a cientos de estímulos nuevos, sino que además se activan instintos naturales, como el seguimiento de rastros o la vigilancia del entorno.

Además, cada perro es distinto. Las razas de tipo pastor tienden a mirar al guía con frecuencia. Las razas nórdicas, por ejemplo, muestran más independencia. Y si hablamos de perros de caza, ahí entra en juego la secuencia predatoria: olfatear, rastrear, acechar… y focalizarse en un elemento concreto.

Por esta razón, esperar a que tu perro te mire todo el rato… solo va a ser fuente de frustración. En algunas razas, además, deberás trabajar control y una exposición gradual (e incluso así, puede haber entornos verdaderamente difíciles para él). Dicho de otro modo, lo importante no es que te mire siempre, sino que sepas cómo recuperar su atención en el momento que lo necesitas.

Que sí. ¿Cómo consigo la atención de un perro durante el paseo?

Aquí tienes algunas estrategias que funcionan. Vaya el perro suelto (más difícil al inicio) como atado. Mi recomendación es que trabajes instinto de seguimiento con correa, lo apliques después a zonas sencillas y, poco a poco, lo vayas haciendo más difícil en espacios con más estímulos.

HACER QUE TU PERRO TE SIGA A TODOS LADOS (con CORREA y SIN)

No son magia, pero si las trabajas con constancia, verás resultados reales:

1. Cambios de dirección (con previsibilidad y refuerzos)

Muchos educadores consideran que los cambios de dirección son un extra de estrés, pero yo no estoy de acuerdo aquí. Hazlo divertido: cada cierto tiempo, cambia el rumbo (de vez en cuando), pero sin convertir los paseos en un caos. Premia cuando el perro te siga y crea un «patrón» de conducta claro. Esto te ayudará a construir una estructura clara entre los dos.

2. Haz paradas «estratégicas»

O sea, cada cierto tiempo, te paras y evitas que todo el paseo sea caminar, caminar, caminar. Las pausas pueden ser cortas, y puedes aprovechar tanto para premiar a tu perro ante cualquier interacción, como para jugar con él o entrenar algún ejercicio concreto.

En mi caso, suelo dar tiempo a los perros a que se acerquen a mí en muchos casos (sobre todo, si ha habido juego y premios algunos días antes) con el objetivo de confirmar que todo lo que pasa por mí puede ser divertido o suponer «premios de los buenos, buenos».

3. El silencio (para conseguir la atención de tu perro)

Evita saturarlo con comandos constantes. No necesitas repetir “ven”, “mira”, “aquí” cada cinco segundos. Sin darnos cuenta, (todos) contaminamos nuestra comunicación con los perros de mil gestos, palabras y ruidos que no tienen una función definida. Una señal bien usada y claridad en el lenguaje te va a facilitar la vida, siempre.

4. Tirones, tensiones, bloqueos

Si lo arrastras con la correa o tratas de corregirle cuando decide moverse, solo generas incomodidad. Estás enseñando que el paseo es una lucha, no un espacio compartido. Conseguir la atención de tu perro no es lo mismo que tratar de imponérsela: no te olvides.

El objetivo aquí debería ser siempre encontrar el modo de construir una experiencia viable para ambos, donde ninguna de las dos partes deba sobreadaptarse todo el tiempo (ni un señor que corre detrás del perro ni un perro que tiene que ir pegado todo el tiempo a una pierna para poder moverse). En cualquiera de estos casos, se perjudica y rompe la conexión.

El secreto para un PASEO PERFECTO con tu perro 🤫

5. ¿Eres divertido?

Parece una pregunta «tonta», pero… ¿te pasas el día esperando que tu perro te haga caso y dando órdenes? ¿Dónde están los juegos, los ejercicios sencillos, el olfateo e incluso carreras suaves? El vínculo lo sostiene todo. Si eres más interesante para él o ella, serás una referencia más clara.

Además, si tu perro tiene ya una cierta obediencia, dale libertad con una correa larga. Aléjate un poco. Es probable que active su instinto de seguimiento y te vuelva a buscar. Cuando lo haga, premia con entusiasmo. Esto construye vínculo real.

Desde la experiencia

Estuve buscando varios contenidos para ejemplificar algunos puntos (te recomiendo este hilo de Reddit, por cierto). El primero es que cada perro es un mundo, por lo que estos consejos van a ser siempre genéricos.

Eres tú quien tiene que conocer a tu perro, o quien debe apoyarse en un profesional, si la cosa se complica.

Algunos puntos que deberías tener en cuenta:

“Si en casa tu perro responde bien y fuera no, el problema no es la técnica: es el contexto. No subestimes lo difícil que puede ser para él. A veces, solo necesitas bajar el listón. Recompensa cosas pequeñas. Cambia tus expectativas. Y recuerda que no todo es comida: a veces, lo que más motiva a un perro es simplemente oler ese árbol.”

Otra persona añadía:

“Usa dos tipos de premios. Uno blando y sabroso para llamar su atención. Otro más seco y grande, que puedas darle despacio para calmarle. Si está muy activado, bloquea su visión, baja a su nivel y acompaña. No siempre es cuestión de control, sino de apoyo.”

Para mí, son dos consejos geniales. El primero atiende a la dificultad del entorno (que se nos suele olvidar); el segundo, a la necesidad de premiar y a cómo adaptar premios de distinto valor (pueden ser 2, pero también 10 tipos) para construir un comportamiento más cercano a lo que queremos y, progresivamente, retirarlos (los premios) casi por completo. En algunos casos, conseguir la atención de tu perro será tan sencillo como felicitar; en otros, tendremos que crear un programa de refuerzo concreto para echarnos una mano, pero todos los perros pueden aprender.

En resumen

La atención de tu perro no es un botón que puedas pulsar.

Es una relación que se construye, día a día, paseo a paseo.

  • Ten claro lo que puedes pedir… y cuándo hacerlo (y dónde).

  • Hazte interesante. Y trabaja el vínculo.

  • No conviertas el paseo en una lista de comandos.

  • Y, sobre todo, observa a tu perro.

En este sentido, quizá aprender a usar una correa larga para mejorar la conexión con tu perro, puede ser un buen punto de partida.

Deja una respuesta

Compártelo:

Entradas relacionadas

¿Te envío contenido muy animal? Sin spam. ;-)