El padre João Paulo Araujo es un cura que rescata perros en el estado de Pernambuco, en Brasil. Se hizo mundialmente conocido tras su aparición en la segunda temporada de la serie Amigos Caninos de Netflix.
En la actualidad, cuenta con más de 60.000 seguidores en su perfil de Instagram y continúa compaginando su labor como sacerdote con el rescate de perros callejeros.
Un referente para su comunidad
El padre João Paulo comenzó sacando perros de la calle en la localidad del nordeste de Brasil de Santana Gravatà. Aunque ahora está en otro municipio cercano (Caruaru), es conocido en todo Pernambuco y continúa con su labor.
Sus feligreses le piden ayuda y se coordina con otras personas rescatistas para sacar de la calle a canes vagabundos. Se encarga de que reciban la atención veterinaria que necesitan y buscarles una familia.
Lo que lo ha hecho viral, además de su sencillez, ha sido la manera en la que los da en adopción. Durante el sermón o al final de la ceremonia, invita a los perros a pasar por delante del altar. En ese momento, cuenta su historia, las características de la personalidad del perro e invita a la gente de la iglesia a llevarse a casa al cãozinho en cuestión.

El cura que rescata perros funciona como una asociación
João Paulo no solo se conforma con que el animal deje de estar a su suerte. También lleva a cabo tareas propias de una asociación de perros: esteriliza, busca familias adoptantes y les da cierto seguimiento, paga tratamientos veterinarios… Y lo más importante: conciencia a la población sobre la adopción y los cuidados que necesitan los perros.
Además, deja entrar a los animales vagabundos en la Iglesia, donde les ofrece comida, agua, refugio y un sitio donde descansar. Por supuesto, en su hogar, él también tiene su propia familia perruna y hace acogidas temporales.
El problema descontrolado del abandono de Brasil
La OMS estima que en Brasil hay unos 20 millones de perros abandonados. Además, también estima que más del 70 % de ellos no están esterilizados, por lo la gran mayoría se reproduce sin ningún tipo de control.
Sin embargo, el Gobierno brasileño no es ajeno a la situación y en 2023 implementó un sistema de sanidad pública para perros y gatos. El Ayuntamiento de São Paulo abrió cuatro hospitales veterinarios en la ciudad con especialistas de diferentes ramas para atender a todo aquel que lo necesite. Cuentan con un equipo de más de 145 veterinarios y el presupuesto anual en 2023 rondaba los 27 millones de reales.
En estos centros se atiende a todos los animales indiferentemente de su edad o propietario. Además, se promueve la esterilización y vacunación de todos ellos para luchar contra el abandono y las enfermedades. No obstante, no cubre tratamientos especializados ni medicamentos.
Por suerte, la sociedad está cada vez más concienciada a nivel global de que es mejor adoptar que comprar. Es necesario que se sigan viralizando o haciéndose influencers personas que transmiten estos valores, independientemente de las creencias religiosas. En este caso, este cura que rescata perros, gracias a su posición, ha podido cambiar la realidad de muchos perros en Pernambuco.