FAQ

Preguntas sobre Dog Ventura

Cuando Antonio, Félix y yo cerramos Dog’N’Roll y cogimos caminos distintos, estuve un tiempo dudando sobre si quería seguir trabajando en marketing o quería empezar a plantearme un trabajo con perros y familias. No obstante, aunque mi objetivo era seguir formándome en educación canina, no es algo a lo que quería limitar toda mi actividad… entonces, se me ocurrió la idea de ofrecer servicios que muchas familias con animales necesitan, pero que casi nadie ofrecía. 🙂 A posteriori, parte de estos servicios fueron desapareciendo, y esto es lo que nos ha quedado: análisis de conducta, educación, formación.

No. En la actualidad, a excepción de asesorías personalizadas para algunas familias y profesionales,  Dog Ventura solo funciona como un portal de contenidos sobre educación canina. El objetivo es ganar espacio como medio independiente a través de una óptica periodística centrada en la educación canina respetuosa (amable) basada en la ciencia del comportamiento. Sí puedes acceder a contenido gratuito y de pago en formato on-line.

Desde 2025, Instagram, el canal de YouTube y los contenidos on-line, en formato blog de noticias y actualidad del mundo canino y formación on-line.

Preguntas sobre educación canina

La educación canina implica trabajar situaciones cotidianas de convivencia con tu perro (cuándo tienen que jugar y cuándo descansar, no saltar a los invitados, no ladrar con exigencia o subirse al sofá), mientras que el adiestramiento implica habilidades concretas y útiles para su día a día que «viven» en el perro de forma natural: quedarse quieto, sentarse, venir cuando se le llama, coger y soltar objetos, etcétera.

Educar o realizar una modificación de conducta siempre requiere de un análisis del caso para poder dar un tiempo aproximado (en este caso, no son matemáticas, como digo siempre). En cambio, adiestrar a un perro, o sea, enseñarle una obediencia básica y avanzada tiene un coste variable aunque, por regla general, planteamos 6 sesiones/clases para trabajar con los guías la obediencia básica y otras 6 sesiones/clases para la obediencia avanzada. En total, estaríamos hablando de 360,00 € por cada bloque de obediencia, pudiendo ajustar el precio si los propietarios están convencidos de que desean realizar un adiestramiento en obediencia integral.

A veces, puedes encontrar clases o iniciación gratuita a la educación canina. Sin embargo, como cualquier empleo de valor, el adiestramiento y la educación canina requieren de una formación (continua, además) y de una dedicación que hace que sea necesario cobrar para poder seguir dedicándonos a nuestra pasión. En resumen: ¡no es gratis, porque vivimos de esto y tenemos mucho vicio por comer cada día! 😉

A veces, hay clases gratis para perros, claro que sí: primeras sesiones promocionales, cursos que algunos educadores/adiestradores planteamos con una función de sensibilización o educación ambiental, o como apoyo social a una causa concreta (por ejemplo, mejorar la convivencia entre perros y personas en un barrio con conflictos vecinales). No obstante, la educación canina tiene un coste que se asemeja al de cualquier otro profesional reconocido.

A partir de los 2 meses podemos comenzar a estimular a nuestros cachorros y a realizar una educación y un adiestramiento sin presiones (piensa que los cachorros no tienen apenas control de sus esfínteres ni pueden concentrarse durante mucho tiempo). Entre los 4 y los 6 meses, en cambio, los perros son como esponjas y lo absorben todo: este es el mejor momento para reforzar y dedicar mucho tiempo (controlando los niveles de exigencia durante la infancia y la adolescencia), pudiendo tener a un perro bien educado al llegar a su primer año de vida.

El trabajo de obediencia (adiestramiento) debería empezar a realizarse a partir de los cuatro meses de edad, por lo que, a edades más tempranas, lo mejor es que empecemos a estimular la memoria muscular del perro y a iniciar ejercicios sin criterios de exigencia. ¿Cómo puedes adiestrar a un cachorro? Leyendo mucho, o hablando con nosotros, y preparándote para todo lo que viene a partir de los cuatro o cinco meses: a menudo, tenemos criterios demasiado altos los primeros meses del bebé (porque un cachorro es un bebé, ¡ya lo sabes!).

Con el párrafo anterior, no obstante, en ningún caso queremos decir que no puedas trabajar con y sin profesionales de la educación canina un montón de cosas con tu cachorro que serán utilísimas en ese momento de su vida y a lo largo de toda su trayectoria vital, pero sí que rebajes un poquito las expectativas y disfrutes de los primeros meses de esta aventura. Tenemos muchas preguntas frecuentes del estilo «¿por qué mi cachorro no obedece?», «¿cómo puedo enseñar a pasear a un cachorro?» o «¿por qué mi perro se porta mal en casa?» que están muy en esta línea. Te recomendamos un poco más de control y armarte de paciencia: un cachorro es un cachorro.

Para adiestrar a un perro, necesitarás conocer los principios del condicionamiento clásico y el condicionamiento operante y aplicar una metodología que una programas de refuerzo fijo y variable (de razón, de intervalo, de duración…), entre otros. Adiestrar a un perro en obediencia es dar forma y estructurar a una serie de habilidades útiles (intrínsecas en el perro y que puede realizar de forma natural, si lo desea) con el objetivo de tener una mejor relación, comunicación y vínculo entre tu perro y tú (como guía, o referente) y ofrecer más recursos para su vida.

Requiere tiempo, paciencia y asimilar que puede haber momentos de estrés y frustración, pero cuando empieces a saber de qué va la cosa, entenderás que el estrés, en su justa medida, incita a todos los seres a seguir haciendo cosas, y te va a molar. Ya verás. 😉

A diferencia de lo que suele decirse a veces, educar a tu perro es un proceso activo que durará toda la vida (como si tuviéramos eternos niños peludos de dos años en casa). Educar es enseñar a tu perro todo lo que puede hacer en cualquier contexto de su vida, qué puede esperar de ti y qué limites no puede cruzar.

A grandes rasgos, educar es establecer pautas de lo que permitimos en casa y lo que no, desde el respeto y una metodología  científica (que no suba al sofá, que duerma en su cama, que no mendigue comida) y, sobre todo, construir y ofrecer alternativas útiles (distintos espacios de descanso, juguetes, enriquecer su ambiente y darle un menú variado que incluya huesos recreativos y masticables).

Ante esta situación, te recomendamos que te plantees una sesión de evaluación de esa conducta con un educador canino, pues el ladrido puede tener múltiples causas y será siempre necesario diagnosticar su origen y poder analizar la sintomatología del problema. Desconfía de supuestos/as profesionales que te ofrezcan soluciones mágicas o que te planteen, simplemente, inhibir la conducta del ladrido (con un collar de impulsos, por ejemplo) sin atender a los procesos cognitivos de tu colega peludo.

En primer lugar, un perro ladra para comunicarse, pero también pueden hacerlo por miedo, para incitar al juego o porque, aun sin saberlo, el guía ha reforzado esa conducta. Los perros también ladran por dolor, frustración, ansiedad o estrés; ladran para guardar espacios, por instintos relacionados con la caza y por mucho más. Si tu perro ladra (mucho) y no sabes porqué, lo mejor es que consultes a un profesional para que pueda valorar la situación in situ y ofrecerte un diagnóstico y plantear cómo puedes modificar esa conducta.

En algunos cachorros, el ladrido resulta excesivo y sin darnos cuenta reforzamos conductas que no deberíamos. Por ejemplo, si notamos que el cachorro ladra para llamar nuestra atención de forma continua, debemos aprender a ignorar sus demandas de atención para que no conecte el «ladrido» con el «me hacen casos y consigo lo que quería». Si ese ladrido es excesivo, también podemos coger cierta distancia e incluso evitar todo contacto visual.

Aparte, premiaremos siempre las situaciones de calma e ignoraremos el resto (no, no castigaremos esas conductas por varias razones: entre ellas, porque hay perros que pueden tomarlo como un refuerzo —no me hacen caso como quería, pero me hacen caso— y porque, aunque consigamos inhibir, vamos a hacer que nuestro vínculo se resienta). Por último, enseñar al cachorro a ladrar (sí, has leído bien) también ayudará a que ladre menos, pues se hará más consciente del ladrido, pero esto es un poquito más largo de explicar…

El gruñido es una herramienta comunicativa del perro y, en la mayoría de los casos, no debemos entenderla como un reto, sino como un método que tiene el animal para comunicarnos que está incómodo o inseguro, por ejemplo. O sea, que debes tener presente que un gruñido es lo contrario a una agresión (es poner las bases para no llegar a esa agresión: los seres humanos también tenemos muchas formas de hacer esto, desde la risa nerviosa, a la confrontación o la evitación, ¿verdad?) y que no debe ser sinónimo de un castigo, porque podríamos inhibir la conducta de gruñido, con lo que el perro escalaría al siguiente nivel y omitiría el gruñido en sí. Sin embargo, el gruñido también supone la muestra de una incomodidad ante una situación, persona, animal o contexto y deberíamos valorar qué podemos hacer para resolver esta situación y mejorar la convivencia.

Hay dos grandes «motores» que llevan a un perro a la agresividad: el miedo y la frustración y, dependiendo del grado (no es lo mismo inseguridad que miedo ni una agresividad patológica de una reactividad dirigida a animales concretos que la agresividad pura, impredecible y dirigida a cualquier cosa, por ejemplo), será más sencilla o más compleja de corregir. En cualquier caso, es muy importante no restarle importancia pese al tamaño de nuestros perros (pues un perro agresivo, pueda hacer más o menos daño), puesto que la agresión es síntoma de un problema más grave.

Muchas personas nos preguntan: «¿Cómo se educa tal raza?». Sin embargo, si bien cada raza tiene sus particularidades y está seleccionado para labores concretas (y cada perro mestizo ¡es único!), la educación canina y el adiestramiento parte de premisas iguales, pues tanto un chihuahua como un mastín llevan en su interior el genoma del lobo y eso lo condiciona todo, ¿sabes?

Esta es una duda común que mezcla cuestiones. Vamos a ver: un perro puede desde avisar y amagar un mordisco a morder mortalmente a otro ser vivo, pero si un perro agrede de forma reiterada, no es una cuestión de educación canina, o sea, de convivencia, sino de un problema más grave y centrado en comportamientos y dinámicas que hay que analizarse en detalle.

Estas preguntas son mucho más típicas de lo que parece —sobre todo, por correo electrónico y búsquedas en Internet—. Siempre decimos lo mismo: hay que valorar el caso, pero si un perro no para de morder (es decir, si se ha convertido en un comportamiento habitual e incluso estereotipado) es muy importante concienciarse de que es necesario solucionarlo antes de que se vuelva todavía más peligroso para el entorno y para él mismo. ¿No te parece?

Aunque todavía hay tiendas que comercializan con estas herramientas de castigo, su uso no está permitido legalmente en España desde la aprobación de la Ley de Bienestar Animal 7/2023 de 28 de marzo de 2023 (aquí, más información)

En cualquier caso, hay varias razones por las que deberías contratar a un educador canino (o educadora canina) de confianza antes de optar por una de estas herramientas:

  • Primero, es dañino y hay alternativas respetuosas y justas para nuestros compañeros peludos. Los trabajos basados en el castigo (y la evitación) suelen presentarse como opciones «más rápidas», pero se oculta que, en muchos casos, resultan imprevisibles: hoy, sabemos que un perro no solo es la conducta que muestra, como afirma el conductismo
  • Segundo, con cualquiera de estas herramientas podemos provocar serios problemas físicos (el cuello del perro y la zona cervical es muy sensible en los perros) e, incluso en los mejores casos, hacer que el vínculo con el guía se resienta o afecte a su estado emocional
  • Por último, y sin ninguna intención de incentivar su uso, porque además de ser una herramienta de castigo, hay un análisis técnico profundo relacionado con su uso (cuándo aplicar el castigo, por qué, etcétera), por lo que, la mayoría de guías que optan por pinchos, ahorque o collar eléctrico empeoran gravemente el problema de conducta de su perro.

Puedes leer sobre el instinto de cobro y aprender cómo enseñar a tu perro a coger y soltar objetos en este artículo del blog. Pero bueno, aquí nos tienes también para echarte un cable.

Si bien los comportamientos destructivos en ausencia del guía se relacionan con la ansiedad por separación, pueden existir otras razones asociadas o diferentes. En cualquier caso, el perro NUNCA rompe cosas para «vengarse de ti» ni entiende un castigo (o que le riñas) cuando vuelves a casa diez minutos o tres horas más tarde: parece «triste» porque percibe (por tus gestos, tu comportamiento) que estás enfadado/a (aunque no sabe porqué) y hace señales de calma para que dejes de reñirle. 😉 Por supuesto, es uno de los grandes problemas de convivencia humano-perro y te recomendamos que nos contactes para valorar una modificación de conducta y una vida más equilibrada con tu colega.

Mientras tanto, ¡un par de consejos!

Es posible. Un buen educador valorará el caso en la sesión de evaluación y contará con un etólogo o un veterinario clínico de confianza que pueda valorar en equipo y recetar medicación si es necesario.

Sin embargo, la respuesta es «depende de cada caso» y lo que nunca debemos hacer es limitarnos a tratar el estado de ansiedad del animal, sino diagnosticar, realizar un tratamiento conjunto, si fuera necesario, y modificar esa conducta. Puedes leer más sobre la ansiedad por separación y el miedo a la soledad (que es un tipo de APS) en este enlace.

Lo mejor que puedes hacer es llamar a un educador o educadora para que evalúe la situación. Mientras tanto, enriquece su ambiente con juguetes interactivos (KONG, alfombra olfativa, huesos y masticables de vez en cuando) y planteate introducir un elemento de descanso y control como el transportín. Parezco muy pesado con el transportín, pero es que, cuando un perro realiza una acción, se refuerza en esa conducta. ¿Lo mejor? Ofrecer conductas alternativas y evitar que pueda realizar las conductas ya aprendidas, ¿lo pillas?

La corrección está basada en una tradición puramente conductista del adiestramiento (premio las buenas conductas, castigo las malas conductas). En Dog Ventura creemos que la mejor forma de corregir a tu perro es enseñarle/ofrecerle un buen repertorio de conductas y conductas alternativas que sí pueda realizar y, con toda esta mochila encima, establecer límites mediante el control y la supervisión por parte del guía, la enseñanza de dinámicas de autocontrol del propio perro y el ignorar (es decir, la introducción de castigos negativos o no permitir que sucedan) conductas poco funcionales para el perro o el entorno.

Esto no significa que, en una modificación de conducta, no tengamos que aplicar refuerzos negativos y castigos positivos (intentando reducirlos a la mínima expresión y controlar los niveles de estrés y ansiedad del perro para no dañarle/perjudicarle física o psicológicamente) que pueden percibirse, puntualmente, como poco placenteros para el animal en pos de una vida equilibrada y feliz.

 
 
 
 
 

El agility es uno de los deportes caninos más practicados, pues incluye ejercicio y obediencia y resulta una buena alternativa para estimular física y mentalmente a los perros. Por ello, no es complicado encontrar espacios para su aprendizaje y práctica en cualquier ciudad de España: en Barcelona, tenemos el Club d’Agility Ciutat Comtal, el Club d’Agility Baix Llobregat, el Club d’Agility Cornellà y el Centro Canino de Sant Cugat, que también ofrece clases de agility.

No hay una edad máxima ni para entrenar en obediencia, ni para educar ni para modificar una conducta. Sin embargo, esto hay que cogerlo y darle matices: un perro anciano no tiene las capacidades cognitivas de un perro joven, por lo que tendrá que trabajar mucho menos tiempo y se cansará mucho antes; por otro lado, un perro que se ha reforzado en conductas con anterioridad (por ejemplo, que lleva mordiendo a otros perros un año entero) necesitará pasar por una serie de fases (de educación, de conductas alternativas o refuerzos operantes alternativas, una fase de extinción de esa conducta con sus respectivos picos…) que serán más difíciles de extinguir cuanto más tiempo se hayan reforzado con anterioridad.

Si eres profesional, te recomiendo que te mantengas activo/a y revises las formaciones de Natural Gos y El Educadog. Si quieres, simplemente, un curso para empezar a aprender cómo educar a tu perro, tienes una oferta amplísima, pero infórmate siempre de las credenciales del/de la profesional y de su metodología de trabajo para evitar decepcionarte o pagar dinero por algo en lo que no crees.

Como habrás visto en mi formación, mi línea de pensamiento se acerca al conductismo radical apoyado en el análisis funcional de la conducta, y también me ha influido mucho el cognitivo-emocional y BAT 2.0. Por ello, toma estas reocmendaciones como lo que son: una opinión más.

Por ahora, te recomendamos que compres los clickers en Tienda Animal o Amazon. En breve, tendremos tienda propia en Dog Ventura con múltiples productos: ¡estate atento/a!

BARF equilibrado > Pienso de alta calidad. Y yo sigo dando pienso a mis perros, porque no he encontrado el modo de alimentarlos con BARF. Pero no te vamos a decir que el blanco es negro. 😉 

Preguntas sobre excursiones (y grupos de socialización canina)

Visita la sección en la web. Allí, encontrarás un formulario para darte de alta en la newsletter y, una vez hecho, te llegará un correo con una invitación (tengo que aceptarte manualmente en el grupo de WhatsApp; no es automática).

A posteriori, en el grupo y mediante la newsletter se irá informando de las fechas de las salidas, precio y otras indicaciones.

En el grupo, hay 3 tipos de salidas:

  • Salidas supervisadas (por un educador canino, o varios), en las que realizamos rutas de montañismo y senderismo (el coste por perro suele ser de 15 €)
  • Salidas temáticas, supervisadas, pero centradas en perros inseguros que tienen que pasear a cierta distancia de otros perros, perros sénior, para los que hay que adaptar sus rutas, etc. (el coste por perro suele ser de 15 €)
  • Salidas libres, organizadas por cualquiera (también por Dog Ventura), pero gratuitas y sin supervisión profesional.

Hemos intentado hacer grupos cerrados (para mantener un número concreto de perros), pero, por ahora, no ha sido posible). Volveré a probar en un futuro.

Las salidas suelen ser en zonas de campo y montaña, por lo que no siempre es viable. Vale la pena disponer de vehículo. A veces, algunos miembros del grupo comparten coche, pero la organización presupone que puedes viajar con tu perro hasta el punto de forma autónoma, si te apuntas a una salida.

Desde 2023, y aunque todavía hay tiendas que comercializan herramientas de castigo, su uso no está permitido legalmente en España desde la aprobación de la Ley de Bienestar Animal 7/2023 de 28 de marzo de 2023 (aquí, más información)

En cualquier caso, hay varias razones por las que  está prohibido usarlas en las actividades:

  • Primero, como profesional y marca canina, soy contrario a su uso, y me parece una falta de respeto para el animal, y también para mí como profesional contrario a estas herramientas.
  • Segundo, es dañino y hay alternativas respetuosas y justas para nuestros compañeros peludos. Los trabajos basados en el castigo (y la evitación) suelen presentarse como opciones «más rápidas», pero se oculta que, en muchos casos, resultan imprevisibles: hoy, sabemos que un perro no solo es la conducta que muestra, como afirma el conductismo
  • Tercero, con cualquiera de estas herramientas podemos provocar serios problemas físicos (el cuello del perro y la zona cervical es muy sensible en los perros) e, incluso en los mejores casos, hacer que el vínculo con el guía se resienta o afecte a su estado emocional
  • Por último, y sin ninguna intención de incentivar su uso, porque además de ser una herramienta de castigo, hay un análisis técnico profundo relacionado con su uso (cuándo aplicar el castigo, por qué, etcétera), por lo que, la mayoría de guías que optan por pinchos, ahorque o collar eléctrico empeoran gravemente el problema de conducta de su perro.

No. Es importante avisar sobre este tipo de situaciones lo antes posible para poder valorar opciones, pero una perra en celo no debería asistir para no alterar la dinámica del grupo o la manada. 

¿Puede haber casos especiales? Por descontado, y grupos especiales, pero a priori: durante las épocas de celo, no, no puedes asistir.

Cuando se organiza una salida, libre o supervisada, desde Dog Ventura, envío un correo informativo y lo anuncio en el grupo de WhatsApp. 

A partir de aquí, debes hacer 3 cosas para reservar tu plaza:

  • Apuntarte en la lista de la salida
  • Rellenar el documento sobre tu perro (solo la 1ª vez)
  • Ingresar el coste mediante bizum o transferencia

Depende. Puedes apuntarte al grupo y realizar todos los pasos anteriores; a partir de ahí, dependerá de la salida y los participantes. Valoro cada perro para que la salida sea beneficiosa y equilibrada para todos y todas.

En este caso, un perro con conductas reactivas de escape (por ejemplo, que intenta morder a otros perros), no se beneficiará de las salidas y "romperá" ese equilibrio.

Sin embargo, todos los miembros del grupo van a tener la oportunidad de asistir a salidas, siempre que los perros hayan hecho un trabajo y se pueda mantener la seguridad y el buen ambiente de todos los participantes.

Antes de la salida, tienes toda la información para valorar: el lugar, si hay bicis o coches, si los perros pueden ir sueltos, etc. Además, las rutas son seguras y sencillas, en su mayoría circulares, por lo que no suele haber problemas, si te quisieras dar la vuelta (aunque esto no es algo que suela pasar), siempre que dejes claro que te separas del grupo —por norma, vamos juntos y cohesionados: vigilando que nadie se separe—, no hay problema.

Por último, hay normas básicas para seguridad de todos y una guía constante por parte del educador canino (o de los educadores). A menudo, es probable que sea necesario llamar, coger con correa o supervisar un poco más a dos perros. Cualquier indicación, se explicará y se entiende que los participantes ayudarán al correcto desarrollo de la actividad.

En las salidas supervisadas, tanto si hay un accidente en el que dos perros se ven implicados, como si ocurre algún problema con un tercero, el Seguro de Responsabilidad Civil del educador se haría cargo, siempre que la situación provocada haya sido culpa de un animal del grupo.

En el resto de salidas, Dog Ventura solo funciona como "medio de comunicación", para poner en contacto a los interesados en distintas actividades con perros. En cualquier caso, animo a contratar seguros RC que serán obligatorios en pocos meses para cualquier familia con perros. 

Preguntas (un poco chungas) que me han hecho

Antes de adoptar a un perro/gato/animal hay que valorar que se trata de un compromiso para 10 o 15 años de tu vida, con y sin pareja, con y sin hijos, con y sin trabajo… En Dog Ventura no vamos a juzgarte (ni a ti ni a nadie), pero dejar a un perro en una protectora o una perrera es una verdadera PUTADA. Sin ambages. Si no puedes cuidar a tu perro por la razón que sea, lo mejor es encontrar a una familia que lo adopte y le pueda ofrecer la vida que tú no puedes. Sin embargo, ten presente que siempre hay buenos y malos momentos y, en los malos, no te has planteado deshacerte de otro miembro de tu familia, ¿verdad?

En algunos casos, he realizado residencias caninas educativas en casa sin problemas, pero el trabajo de vínculo entre el guía y el perro (pese a que el perro esté educado y adiestrado en obediencia) solo tú puedes hacerlo. Por ello, desde 2021, decidí no volver a acoger este tipo de servicios. Tú eres el mejor guía y referente para tu perro, por lo que debes tener esto siempre muy presente.

¿Te envío contenido muy animal? Sin spam. 😉