A veces sorprende, pero los problemas relacionados con la soledad en el perro son de las patologías más complicada de tratar. Por descontado, hay casos muy graves de reactividad, miedo o agresividad canina, no obstante, las dificultades que se generan en ausencia del guía son problemáticas por otras razones, ya que podemos darle herramientas al perro para que aprenda a gestionar esa situación de miedo o inseguridad, pero no podemos mantener una supervisión activa. De todas ellas, la ansiedad por separación es la consulta a etólogos/as y educadores/as por antonomasia, y es lógico, porque es uno de los problemas más comunes hoy día.
Aburrimiento, conductas compulsivas, estrés… La ansiedad por separación es un problema de comportamiento grave que presentan algunos perros al quedarse solos en casa o al separarse de uno o varios de sus propietarios (ciertos perros muestran signos de ansiedad tan solo con perder el contacto visual con su persona de referencia). Como hemos dicho, sin embargo, es un problema más y no el único y, como tal, debe diagnosticarse y tratarse por profesionales. Pero empecemos por el principio: ¿por qué parece que cada vez hay más perros con problemas para estar solos en casa?
El perro fue un 24/7/365
Vamos a poner un par de datos en perspectiva primero.
- Se estima que un 15 % de la población canina sufre ansiedad por separación
- Durante el 99 % de la historia humana en la que el perro nos ha acompañado, estos animales han pasado una media de 20 horas diarias (85 % de su tiempo) a menos de 50 metros de la manada.
La selección y el rastro genético hasta la actualidad nos demuestra que, quizá, esa ansiedad sea mucho más lógica y natural de lo que creemos, ¿verdad? Durante miles de años, cuanto más cerca y más tiempo estuviese el perro, mejor para ambos; de golpe, esto ha cambiado: toca ir a la oficina y estar separados entre 8 y 12 horas al día en las que, a menudo, el perro está solo.
Sobre este tema, el artículo más completo que hemos encontrado en castellano es Ansiedad por separación en perros: causas y tratamiento de Alba Benítez (etóloga canina que escribe en Simiperrohablara) y, desde aquí, también os recomendamos su lectura.
A nadie le gusta la soledad (impuesta)
Tendemos a pensar que un perro que pasa largos periodos de tiempo en casa sin ningún tipo de estimulación debe comportarse, dormitar y esperar relajado el siguiente paseo. Pero hay muchos factores que no tenemos en cuenta: si se trata de un perro seleccionado para trabajar, si está suficientemente estimulado (física y mentalmente), si tiene una rutina clara que pueda entender y a la que puede adaptarse…
En Dog’N’Roll y, ahora en Dog Ventura, nos llegan todo tipo de casos de ansiedad por separación que hemos podido tratar con éxito y que siempre recomendamos que sean evaluados por un educador canino profesional, pero no olvidemos que un perro que pasa largos periodos de tiempo solo en casa puede llegar a generar conductas destructivas o nocivas (a menudo, lo que se conoce como conducta autoreforzante: ladridos, destrucción de objetos o muebles…) y que, si bien el disgusto que nos llevamos al ver la casa patas arriba no nos lo quita nadie, si queremos ayudar a nuestros perros también tenemos que empezar a pensar en qué ha sucedido para llegar a esta situación.
¿Cómo se manifiesta la soledad en el perro? Ansiedad por separación
Estas situaciones que he mencionado arriba —ladridos, conductas destructivas, etc.— son rasgos comunes para identificar la ansiedad por separación, aunque, ¡mucho cuidado!, porque un perro aburrido también puede destruir media casa y mantener unos niveles de estrés bajo mínimos. Entonces, ¿cómo podemos identificar qué es ansiedad por separación y qué es una conducta destructiva por aburrimiento?
- Como bien explican en Doogweb: la ansiedad por separación es una manifestación esencialmente afectiva, es un mecanismo de adaptación al medio y ayuda (si su manifestación no es excesiva) a superar ciertas exigencias de la vida.
- Además, se suele manifestar en los primeros diez minutos de quedarse solo y se “recarga”, es decir, “descansa” por agotamiento unos minutos y continúa otra vez. Si queremos adelantar pasos, cualquier educador y etólogo nos dirá que grabemos un vídeo de lo que hace el perro cuando salimos de casa.
Hablando en plata, la ansiedad por separación (igual que el estrés) es necesaria para superar equis problemas de la vida diaria del perro. No obstante, como la mayoría de los trastornos obsesivo-compulsivos (por ejemplo, las estereotipias), la ansiedad por separación termina por descontrolarse debido a la adicción a las endorfinas: esa es la causa principal por la que un perro aumenta y aumenta cada vez más la intensidad de sus conductas (se come el sofá, muerde las sillas, ladra cada vez más, etcétera) cuando está solo.
Causas principales de la ansiedad por separación
Aunque ya he comentado varias veces que será necesario el asesoramiento de un profesional canino, hay algunas causas que nos pueden ayudar a ubicar el problema de la soledad en el perro.
- Aburrimiento y nula estimulación: si el perro no realiza ningún tipo de actividad (paseos, juego, olores, contacto social) y no gasta energía física y, sobre todo, mental… estamos creando una bomba de relojería que, antes o después, explotará.
- Hipervínculo: tan importante es enseñar a los perros a estar con nosotros como que entiendan que tienen que pasar tiempo solos.
- Cambios: desde salir de la protectora tras ser adoptados a la muerte o la ausencia de un familiar (otro perro, una persona de la familia, etc.).
- No tratar al perro como un perro, es decir, lo que se conoce como humanizar a nuestros animales. Sobre esto hablamos en un artículo anterior titulado: ¿Cómo demostrar a tu perro que lo quieres?
Reducir los niveles de estrés y ansiedad
En cambio, hay varios métodos que nos ayudarán a reducir los niveles de estrés y ansiedad en perros que sufren ansiedad por separación.
- Preparar varios juguetes interactivos (y cambiar cada pocos días) a los cuales el perro solo tendrá acceso cuando no estemos o en momentos muy concretos de su día: Kong, pelotas con comida, alfombras olfativas…
- Pasear un buen rato al perro (aquí tienes cuatro tipos de paseo) y darle de comer antes de marcharnos. El animal estará más relajado y satisfecho: también podemos dejar la comida como un sembrado por la casa para que buscar resulte más estimulante para él o ella (¡cuidado! si tenemos varios perros, y alguno tiene protección de recursos, habrá que plantear otras opciones).
- Mantener una rutina diaria que el perro pueda entender y tratar de realizar cambios paulatinos cuando se tengan que modificar las rutinas. Un perro con ansiedad por separación agradecerá saber a qué horas se pasea, se come y se juega: cierta previsibilidad es algo que todos necesitamos para una vida con menos estrés.
- Tradicionalmente, se ha recomendado también integrar otro perro en la familia para facilitar los periodos de ausencia. Sin embargo, recomiendo primero valorar la situación con un profesional que nos ayudará a ver los pros y los contras de esta opción (que puede ser una ayuda, pero no un remedio infalible, ¡ojo!).
Bibliografía y enlaces de interés:
- Risk factors and behaviors associated with separation anxiety in dogs, por Gerrard Flannigan y Nicholas H. Dodman
- Canine separation anxiety: Strategies for treatment and management, por Rebecca Sargisson (The University of Wakaito/University of Groningen)
- Separation Anxiety in Dogs, por Barbara L. Sherman (North Carolina University)