Enseñar al cachorro a hacer sus necesidades donde tú quieres

cachorros-perro

La educación del cachorro empieza con unas pautas sencillas para la convivencia entre el perro y la familia. Por supuesto, enseñar al cachorro a hacer sus necesidades donde tú quieras (donde debe) es muy importante para evitar problemas en el futuro, pero también está repleto de malentendidos, criterios de exigencia demasiado elevados desde el principio y necesidad de supervisión. Vamos a tratar todo esto, punto por punto.

Conductas higiénicas: hasta dónde podemos exigir al cachorro

Recordemos que de los 21 días a los 2 meses es cuando los perros comienzan a salir del cubil/madriguera y empiezan a orinar y defecar fuera. Anteriormente, las deposiciones de las crías son ingeridas por la madre como método de prevención ante posibles predadores. A partir de las 8 semanas los cachorros desarrollan lo que conocemos como preferencia de sustrato: aprender a orinar y defecar sobre superficies de un material concreto. ¿Qué significa esto? Este es el momento perfecto para enseñar al cachorro a hacer las necesidades donde tú quieras que lo haga.

Por supuesto, el caso más conflictivo es el de perros adultos (protectora) que han hecho sus necesidades donde han querido (o podido) durante largos periodos de tiempo y, sobre todo, aquellos que no han aprendido a distinguir sustratos: algo muy habitual en animales que han estado encerrados en cubículos de tiendas de mascotas durante las primeras etapas de desarrollo. Para ampliar información sobre esto, mejor lee Enseñar a tu perro a hacer sus necesidades donde tú quieres.

conductas-higienicas-perro-pis-caca

Criterios de exigencia: ¡son bebés!

Dicho esto, también es común que nuestro criterio de exigencia sea muy elevado durante las primeras semanas. Primero, cada perro es un mundo y aprende de forma distinta; segundo, son bebés: no nos cansaremos de repetir que, en esta etapa, no podemos exigir más a un perro de lo que le pediríamos a un bebé humano; tras el aprendizaje, habrá tiempo para exigir y aumentar el criterio, por supuesto; también nos ocurre a nosotros, las personas, pero ¿cuántas veces pretendemos conseguir un cachorro perfectamente educado tras unos pocos días? Con dos, tres y cuatro meses, sigue siendo un bebé.

Pasos básicos para enseñar a un cachorro a hacer sus necesidades en un lugar concreto

Se sabe que un cachorro puede aguantar el orín o la caca una hora más que los meses que tiene: es decir, un cachorro de 2 meses (lo hemos dicho ya: es un bebé) no puede estar sin hacer pis o caca más de 3 horas (2 meses + 1 hora); un cachorro de 3 meses, 4 horas; de 4 meses, 5 horas, y así sucesivamente. Pero ¡ojo! Los perros no tienen un control total de sus esfínteres hasta los cinco o seis meses de edad.

Para enseñarle a hacer sus necesidades, empezaremos por supervisar y mantener un control de horas (si hace pis o caca cada tres horas, estaría genial que, sabiendo que a las 12:00 lo ha hecho, no le deberías sacar a la calle más allá de las 14:00, por ejemplo) y acompañar al cachorro al lugar donde queremos que haga pis o caca. Por regla general, siempre que sea posible, es mejor que el cachorro haga sus necesidades directamente en la calle, pero ¿y si no es posible? En ese caso, sería necesario adecuar un espacio en casa  (el típico papel de periódico en la galería o en una habitación) y, progresivamente, reforzaremos hacerlo en la calle hasta poder retirar por completo el sitio que habíamos reservado en casa.

cachorros-perro

Supervisar y anticiparse a la conducta

Ya hemos presentado dos conceptos clave: supervisión (es muy importante dedicar muchísimo tiempo extra los primeros meses juntos) y anticipación. Sobre este punto, hay que tener presente que un perro excitado (después de jugar, por ejemplo), que acaba de comer o se despierta de dormir es mucho más probable que tenga ganas de evacuar. Sabiendo esto, ¡aprovechémoslo!

Si lo hace donde no queremos, habrá que ignorar esa conducta; pero si lo hace donde queremos, ¡habrá que reforzarla mucho! ¿Cómo lo haremos?

  1. Trataremos de conseguir que el perro acierte el máximo número de veces posible (que haga pis y caca en la calle, incluso en un punto concreto: por ejemplo, en la tierra);
  2. Vamos a premiar mucho las conductas correctas con felicitaciones, caricias e incluso comestibles.

En el caso de que no pueda haber una supervisión activa (no estamos en casa, salimos a trabajar, etcétera), el perro deberá tener un espacio limitado y adaptado para aumentar la probabilidad de que hace pis y caca en los sitios apropiados; por el contrario, cuando estamos con él o ella, deberemos atender a los gestos de intención: olfatear el suelo y girar mientras lo hace es el más indicativo de todos ellos. Cuando veamos que quiere hacer sus necesidades, le acompañaremos al sitio e intentaremos mantenerlo allí hasta que termine.

Cuestiones a tener en cuenta para enseñar al cachorro a hacer sus necesidades

Hay varios puntos conflictivos para tener en cuenta:

  1. Hay que mantener una rutina que el cachorro pueda comprender y anticipar. Si salimos a unas horas concretas, mantengamos esas horas (y recordemos los tiempos máximos) y, sobre todo,  no variemos constantemente las salidas y entradas.
  2. Por la noche, vale la pena restringir el agua (excepto en cachorros que puedan tener algún problema veterinario) y darle de cenar pronto: se recomienda entre tres y cinco horas antes de ir a dormir, pues así la última salida coincidirá con nuestra hora de acostarnos.
  3. Usar detergentes enzimáticos para limpiar las cacas y los pises en casa y no lejía (que es un detergente amoniacal). ¿Por qué? Puedes generar que tus perros tengan más ganas de orinar encima.
  4. NUNCA CASTIGAR. Primero, porque son bebés; segundo, porque el castigo no es necesario: si has optado por adoptar o comprar un cachorro, solo necesitas paciencia para su educación y, con unas pautas básicas, el cachorro aprende rápido, muy rápido. Tercero, porque puedes generar infinidad de problemas: el perro puede entender que no puede hacer caca o pis en nuestra presencia (y eso es jod*** de corregir, chicos/as), que reaccione con agresividad, provocarle miedos o inseguridades en las primeras etapas del desarrollo, ¡y cientos de problemas más!
  5. También es muy habitual castigar al perro por mearse cuando no estábamos en casa. Esto no tiene sentido, ya que el perro no puede asociar una conducta anterior con el castigo, por lo que nunca podrá entender que le estamos riñendo porque se ha hecho pis. Como hemos dicho en el punto anterior, no hay necesidad de reñir, pero si le cogemos en el acto, será suficiente con llevarle al sitio apropiado.

Conclusiones

En definitiva, paciencia y trabajo es todo lo que se necesita para enseñar al cachorro a hacer sus necesidades donde tú quieres. Por supuesto, aquí estamos para resolver cualquier duda que os surja.


Para una entrada más específica sobre enseñar a tu perro a hacer sus necesidades donde tú quieres , ¡haz clic en el enlace!

Un comentario

Deja una respuesta

Compártelo:

Entradas relacionadas

¿Te envío contenido muy animal? Sin spam. ;-)