Me paso los veranos devolviendo perros de las urbanizaciones de por aquí a sus casas o acercándolos a la comisaría, la verdad. Y es que sigue siendo «demasiado» habitual la frase ¡mi perro se escapa de casa! Aquí y, en general, en la mayoría de las zonas residenciales que conozco o de las que me han hablado.
Pero ¿por qué el perro se escapa de casa?
Va por delante que, los perros que se escapan tienen algunas causas comunes que es importante detallar:
- Como es evidente, son perros que no cuentan con una obediencia básica ni un conocimiento de una estructura de normas y límites claros
- Muy a menudo, no tienen cubiertas sus necesidades básicas que, más allá de la comida, el agua y una zona de descanso, se traduce en ejercicio, estimulación mental y contacto social (pilares del bienestar canino)
- A veces, hay perros que han aprendido a realizar esa conducta como un juego o una ritualización con la que llamar la atención del guía e incitar a un juego (desestructurado y caca, pero que ya les compensa)
- En unos pocos casos, me he encontrado con cachorros a los que la conducta exploratoria y vivir en una casa les ha jugado una mala pasada, pero suelen ser la excepción.
Entendiendo una conducta funcional desadaptada
Así, los perros intentan satisfacer, de otro modo, algunas necesidades o conseguir algo que quieren. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que se trata de conductas funcionales (les sirven para algo), aunque se encuentren desadaptadas y puedan llegar a ser muy peligrosas.
Como guías, somos responsables de asegurarnos de que el perro no sale de casa o del jardín; además de entender por qué el perro se escapa de casa. Sea como sea, no hay que normalizar esta situación ni «echar» la culpa al perro, que suele ser demasiado común.
Escenarios en los que el perro se escapa de casa
Trabajando, y en mi tiempo libre, yo me he encontrado con dos grandes situaciones: el perro se escapa en un momento de desatención con nosotros en casa (A); el perro se escapa cuando no estamos (B).
La conducta puede darse por distintas circunstancias, pero, por regla general, se explica con alguna de las anteriores.
Ante todo:
- Revisa la seguridad de tu hogar: es tu responsabilidad que tu perro no vagabundee ni pueda hacerse daño o hacer daño a terceros
- Los perros no deberían vivir en un jardín y mucho menos en una zona sin vallado: tener un perro al raso es devastador para su salud física y mental
- Descubre la motivación que mueve al perro para abandonar el territorio: ¿hay una hembra en celo cerca?, ¿está muchas horas aburrido y juguetes de enriquecimiento ambiental?
Si tu perro se escapa de casa en tu ausencia…
- Revisa los puntos anteriores (piensa: ¿cómo es posible?, ¿cuántos elementos de seguridad tienes para evitarlo?, ¿cuentas con reja? ¿el perro está dentro de casa?)
- Cánsale antes de irte a trabajar con un paseo que le permita oler, socializar y saciar instintos (o, por lo menos, cumplir con parte de sus necesidades básicas de bienestar); cuando te vayas, déjale objetos con los que entretenerse: un KONG, un masticable, un juguete…
- Establece, junto a un profesional, unos límites claros del territorio, positiviza y refuerza las zonas en las que quieres que el perro se quede y felicítale cuando lo haga
- Entrena entradas y salidas de casa con el perro, y prémiale cuando volváis a entrar para aumentar la expectativa en la entrada y reducir aquella asociada a la salida; además, este ejercicio, poco a poco, te permite también “quitarle gracia” a salir
Si tu perro se escapa contigo en casa…
A ver, esta opción suele indicar problemas más grandes, la verdad, pero no tiene por qué ser así siempre.
Te pongo un caso cercano. La perra de uno de mis vecinos. Esta bicha tiene la conducta de huida asociada al juego: como no pasea, les hace pasear y darse una vuelta cada vez que llegan, escapándose. Realizar algunos de los ejercicios anteriores y mejorar el enriquecimiento ambiental y el ejercicio físico y mental, probablemente cortaría de raíz el problema.
En otros casos, puede estar vinculado a la falta de una guía equilibrada y segura (me gusta más la palabra «guía» que «liderazgo», aunque si te la tomas sin rollos de dominancia interespecífica, acepto pulpo como animal de compañía), carencia de un vínculo o muchas otras opciones.
¿Qué más puedes hacer para evitarlo?
En conclusión, que si tienes un problema por el hecho de que tu perro se escapa de casa, debes dejar de ver eso como la causa y verlo como la consecuencia de otro algo, ¿lo pillas?
Si solventas las causas asociadas, la conducta de huida se reducirá y extinguirá; sin embargo, también es muy importante impedir que siga sucediendo para no entrar en problemas con el refuerzo intermitente que nos fastidia mucho para modificar conductas.